Federico García Lorca
¡luna dormida!, vas protestando, seca de brisas, del gran abuso la tiranía de ese Jehová que os encamina por una senda, ¡siempre la misma!, mientras él goza en compañía de Doña Muerte, que es su querida... |
Federico García Lorca
¡luna dormida!, vas protestando, seca de brisas, del gran abuso la tiranía de ese Jehová que os encamina por una senda, ¡siempre la misma!, mientras él goza en compañía de Doña Muerte, que es su querida... |