Mariana Pineda de Federico García Lorca
Decirte cómo le quiero no me produce rubor. Me escuece dentro su amor y relumbra todo entero. Él ama la Libertad, y yo la quiero más que él. Lo que dice es mi verdad agria, que me sabe a miel. Y no me importa que el día con la noche se enturbiara, que con la luz que emanara su espíritu viviría. Por este amor verdadero, que muerde mi alma sencilla, me estoy poniendo amarilla como la flor del romero. |