El arte de decidir: Cómo equilibrar la intuición, la razón y las emociones de Ezequiel Starobinsky
Una pequeña acción repetida de manera periódica durante un tiempo adquiere la fuerza del hábito. La mente es cómoda. Una vez que conoce un proceso, le gusta repetirlo. El cerebro consume más energía cuando tiene que aprender, decidir o hacer algo diferente a lo usual. Por eso, lo hábitos son tan difíciles de cambiar. Como así también, es difícil incorporar nuevos hábitos.
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