Piedras negras de Eugenio Fuentes
Su abuela había dispuesto que la enterraran con discreción junto a los suyos y que no hubiera ceremonia religiosa ni poemas ni discursos. No le gustaban las palabras grandilocuentes. «Busca a quien te haga feliz, no a quien te diga cómo tienes que serlo», recordó su consejo.
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