Tempestades de acero de Ernst Jünger
Cuando uno salía a la puerta del cobertizo experimentaba esa angustiosa sensación de vacío que en ocasiones se apodera de los cowboys, de los beduinos y, en general, de los habitantes de las soledades
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Tempestades de acero de Ernst Jünger
Cuando uno salía a la puerta del cobertizo experimentaba esa angustiosa sensación de vacío que en ocasiones se apodera de los cowboys, de los beduinos y, en general, de los habitantes de las soledades
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