Escarcha de Ernesto Pérez Zúñiga
Eso nos lo enseñó Keats. Verdad y belleza se alimentan la una de la otra como el aire y la llama. Si no ocurre así, el arte nace muerto.
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Escarcha de Ernesto Pérez Zúñiga
Eso nos lo enseñó Keats. Verdad y belleza se alimentan la una de la otra como el aire y la llama. Si no ocurre así, el arte nace muerto.
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