Cumbres borrascosas de Emily Brönte
Rara vez dejo de ser feliz cuando velo en una cámara mortuoria [...] Veo un reposo que no pueden romper ni la tierra ni el infierno, y siento una seguridad del más allá sin fin y sin sombras, de la Eternidad en que han entrado, donde no tiene límites la duración de la vida, ni la comprensión del amor, ni la plenitud de la alegría.
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