Cumbres borrascosas de Emily Brönte
No tengo más derecho a casarme con Edgar Linton que a entrar en el cielo; y si el condenado de mi hermano no hubiera hecho caer tan bajo a Heathcliff, ni se me hubiera pasado por la cabeza. Pero tal como están ahora las cosas, casarme con Heathcliff me degradaría. Así que nunca sabrá cuánto le amo. Y no por guapo, Nelly, sino porque es más que yo misma. Sea cual fuere la sustancia de que están hechas las almas, la suya y la mía son idénticas, y la de Linton es tan diferente de ellas como puede serlo un rayo de luna de un relámpago o la escarcha del fuego.
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