Cumbres borrascosas de Emily Brönte
Bésame y llora todo lo que quieras, arráncame besos y lágrimas, que ellas te abrasarán y serán tu condenación. Tu misma te has matado. Si me querías, ¿ con qué derecho me abandonaste? ¡ Y por un mezquino capricho que sentiste hacia Linton! Ni la miseria, ni la bajeza, ni aún la muerte nos hubiera separado, y tú, sin embargo, no separaste por tu propia voluntad. No soy yo quien ha desgarrado tu corazón te lo has desgarrado tú y al desgarrar te lo has desgarrado el mío…
|