Cumbres borrascosas de Emily Brönte
(…) al mirarles distinguí dos rostros tan alegres inclinados sobre el mismo libro, que comprendí que, a partir de aquel momento, se había hecho la paz entre los dos enemigos.
|
Cumbres borrascosas de Emily Brönte
(…) al mirarles distinguí dos rostros tan alegres inclinados sobre el mismo libro, que comprendí que, a partir de aquel momento, se había hecho la paz entre los dos enemigos.
|