Poesía completa de Elsa Cross
Tu cara raspaba. Bajo los toldos del mercado un brillo verde sobre tu frente. Tus ojos, salidos de qué lumbre, de qué parajes hoscos, veían sin ver los platos de comida. Un brillo verde, como ya reflejando los árboles, ya viendo el campo afuera donde esperabas hallarte cierta planta. Buscamos entre piedra volcánica para encontrar flores moradas creciendo de la roca, cactos de formas finas. Todo el campo de tezontle. Mal caminábamos y la tarde también se ennegrecía. Pasamos la noche debajo de un manzano. Buscamos en el monte, sin brechas. Volvíamos rasguñados. Buscamos sin hallar, en ruinas de pirámides donde caías dormido, devorador de hongos, devorador de iguanas. Me enredaban en tu sueño, me hacías reptar. Mi lengua se alargaba puntiaguda a devorar hormigas que te andaban por el cuello. Y tu sudor olía a aguamiel. |