Isla negra de Elsa Cross
No es tristeza ni angustia lo que dejas, sino esa luz abierta, esos hilos invisibles que nos unen. No es tampoco vacío, pues habitas aquí aunque te vayas. No hay ausencia sino a medias. Y esa mitad presente brilla y se filtra como luz que amanece, dedos rosados que abren un día distinto, aunque el deseo por tu presencia real lacere el corazón. |