Suddenly Forbidden de Ella Fields
Volví a guardar el lápiz en su estuche y me incliné hacia delante, apoyando los brazos y la barbilla en las rodillas dobladas para observar el último ascenso del sol en el cielo. Tal vez no siempre era necesario intentar capturar la belleza. A veces, simplemente había que experimentarla, dejar que se filtrara en ti y llenara tu alma de color. Mi alma era feliz aquí. Tan feliz que sentí que se me escapaba una lágrima. |