Berlinale de Elio Quiroga
No olvidemos que en la dictadura se educó a varias generaciones a permanecer con la boquita callada para no meterse en líos, y esa forma de ver (mejor dicho, de no ver) el mundo se ha contagiado a los hijos, y esos hijos lo han transmitido a su vez a sus hijos... Y así seguimos. España eterna. España callada.
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