J. B. L., barón de Gros: una vida entre cimas y abismos de Efrén Ortiz Domínguez
El amor al bien era innato para ella, pero a menudo carecía de buen juicio. Su imaginación, plegada sobre sí misma, se había exaltado hasta el hecho de vivir en aislamiento y retirada; ella estaba dominada por ideas místicas que absorbió demasiado y en ella creció cierto tipo de iluminación.
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