Desde el Silencio: Cuarenta años después de Eduardo Strauch
Las proteínas disponibles eran nuestros amigos muertos, a quienes ya no podíamos pedir permiso para utilizar su carne.
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Desde el Silencio: Cuarenta años después de Eduardo Strauch
Las proteínas disponibles eran nuestros amigos muertos, a quienes ya no podíamos pedir permiso para utilizar su carne.
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