Los D-As Que Ahora Son Sueos.: Antolog-A de Eduardo Carranza
Hacia el nivel ardiente de mis labios oigo crecer tu sangre enamorada y, en puntillas, alzarse tu silencio hacia el frutal idioma en que te hablo. Oigo cómo me sueñas avanzando, flotando en las praderas del delirio: tú, largos brazos de enervante clima, tierra templada de veniales frutas. |