Oh, qué espléndida música de Dorothy Evelyn Smith
Palabras. Siempre han sido la sustancia misma de la vida. Palabras preciosas, brillantes, en cuyo fuego la lengua puede arder sin quemarse; ante cuyas trompetas el corazón se eleva extasiado o se hunde en el infierno; en cuyo color, forma y textura la mente se sumerge, anegada de belleza...
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