La ciudad de las almas de Daniel Waters
—Mamá… —¿Qué? —Quizá no deberías estar aquí cada mañana, ¿sabes? Su madre se giró hacia ella con una chispa de enfado destellando en sus ojos. —¿Y a dónde voy a ir? —le preguntó. Cerró el grifo y salió de la habitación. |