Dos cuerpos y una sola alma de Dana Darius
"-No entiendo nada, Derek, tú te fuiste sin darme explicaciones, no tienes derecho a exigirme nada ni a meterte en mi vida; además, tengo trabajo. -Ya veo que tienes trabajo, pero ¿sabes qué pasa? Que desde que empezaste este juego no puedo parar de pensar en ti, no puedo parar de culparme por haberme ido porque tú no eres un polvo de una noche, no sé qué me pasa contigo, no sé por qué pienso en margaritas ni en farolillos ni por qué escucho una y otra vez aquella canción de Ludovico, pero eso debe de ser por algo y es porque estoy... |