No soy un serial killer de Dan Wells
El fuego es algo breve y temporal, la definición misma de lo efímero. Llega de pronto, cobrando vida con un rugido cuando el calor y el combustible se juntan hasta encenderse, y baila con avidez mientras todo a su alrededor se ennegrece y se enriza. Cuando ya no queda nada por consumir desaparece, sin dejar nada más que la ceniza del combustible que no usó; aquellos trozos de madera y hoja y papel que eran demasiado impuros para quemarse, demasiado indignos para unírsele al fuego en su danza.
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