De nuevo el manga soprende con unos capítulo que nunca se adaptaron (que yo recuerde solo salían pequeños fracmentos en los créditos): El típico festival deportivo que tienen los japoneses en los colegios. Aunque, que sea típico no quita que no me lo haya pasado bien leyendo ya que se le ocurren cada cosa a los protegonistas del manga que es una locura tras otra de diversión. Sobretodo por la rivalidad de los equipos. Tambien cuenta con pequeñas historias y explica un poco el hecho de por qué Tanihara acabo odiando a Miyamura, la evolución de personaje que tiene no está mal, aunque me sigue cayendo mal. |