Reckless 2. Sombras Vivientes. de Cornelia Funke
Sentía que el amor se revolvía dentro de ella como un animal que despierta. ¡Duerme!, quería susurrarle. Continúa durmiendo, o todavía mejor: conviértete en lo que una vez fuiste: amistad, nada más. Sin el deseo de tocarlo.
|