Loca de Chloé Esposito
Prometeo también era un machote. Sabía que las reglas están ahí para romperlas y, cuando encendió una antorcha con el sol y llevó el fuego a los hombres, cabreó a Zeus de lo lindo. Resulta que no quería que la humanidad se pusiera a quemar movidas, igual que mi madre. Ella no quería que prendiese fuego a los ositos de peluche de Beth ni al gato de la vecina ni a la caseta del perro con el animal encerrado dentro. (No le pasó NADA. Mi madre lo oyó ladrar antes de que se hundiese el techo y sólo le hizo falta un baño para limpiarle el hollín.) Hay gente que no sabe divertirse. El director del colegio también era un aguafiestas: ¿por qué tuvo que expulsarme si lo único que hice fue prenderle fuego al coche?
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