Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia de Cherry Chic
Es curioso cómo a veces nos sentimos presos de nuestros propios sentimientos y, al mismo tiempo, nos convertimos en los peores carceleros.
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Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia de Cherry Chic
Es curioso cómo a veces nos sentimos presos de nuestros propios sentimientos y, al mismo tiempo, nos convertimos en los peores carceleros.
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