Entre temporal y frente de Celia Carrasco Gil
Virgilio me ha dicho que somos apenas una abeja estremecida. El néctar de las horas que segregan nuestras manos al sudar cuando están juntas. Un ramo de ilusiones del regazo |
Entre temporal y frente de Celia Carrasco Gil
Virgilio me ha dicho que somos apenas una abeja estremecida. El néctar de las horas que segregan nuestras manos al sudar cuando están juntas. Un ramo de ilusiones del regazo |