Carmen Fernández Menéndez

"Cuán jodidamente absurdo
es hacer de mis ganas tu realidad.
He gastado esperanzas, más de las que tengo.
He gastado lágrimas, más de las que tengo.
Y ahora nuestra vida que fue, se apaga
entre los atardeceres oscuros de un vinilo que no
suena.
Silencio"

Imagino que a veces soy la protagonista de
una novela romántica, y mi historia comienza contigo,

que ni existes.
Entras por la puerta de la cafetería con la melena
revuelta por el tiempo.
O empapada en lluvia y sin paraguas, y mi chocolate
queda en segundo plano.
Eres morena, de eso estoy segura, y tus ojos,
muy grandes para tu rostro.
Prefieres los perros y te gusta el rojo, así que dejo
un camino de carmín de tu boca a mis días,
y los prefieres a las noches, que son más de sofá
y manta, y casi tengo que obligarte a besarme
bajo las farolas de un viernes cualquiera.
Casi, porque entre las sábanas son tus manos
las que buscan mis cosquillas dibujando un corazón
en mi pecho izquierdo, y le hace latir a base
de boca a boca.
Y si vivo, existo, luego pienso
Y procuro pensarte con más fuerza,
que tal vez así algún existas fuera del papel,
del lápiz y de mi cabeza.
Puede que no como te imagino,
Seguramente con más defectos que pecas,
y discutamos y te gusten los gatos.
Y no serás perfecta, ni de lejos,
pero me vale con que seas, a secas.