El ministerio de la verdad de Carlos Augusto Casas
Y en ese instante sintió que un millón de niños gritaban a la vez en su interior. Un millón de espejos se hacían trizas. Un millón de ciudades ardían hasta convertirse en cenizas.
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El ministerio de la verdad de Carlos Augusto Casas
Y en ese instante sintió que un millón de niños gritaban a la vez en su interior. Un millón de espejos se hacían trizas. Un millón de ciudades ardían hasta convertirse en cenizas.
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