La melancolía de las obras tardías de Béla Hamvas
En lo alto del árbol mientras recogía las cerezas, viví una experiencia que no he vivido ni tocando el piano, ni escribiendo, ni pensando, ni viajando. La experiencia de la libertad. Porque en ninguna otra actividad la tuve, y para vivirla hube de partir de la base de que no soy ni artista, ni escritor, ni aventurero, ni pensador. Con toda probabilidad, soy un hombre sencillo que se siente y se sabe libre dentro de circunstancias y tareas sencillas.
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