Las sirenas del invierno de Barbara J. Zitwer
—¡Joey! —gritó Aggie. Ella se volvió y vio que la mujer había dejado de nadar y estaba de pie dentro del agua. La que parecía un duende también se había acercado a la orilla y se dirigía a ellas. —Hoy hace calor aquí —comentó la mujer elfo como si tal cosa, mientras se soltaba la tira que le sujetaba lo que parecía un gorro de baño de los de antes y se lo quitaba, tendiéndole a continuación la mano a Joey—. Meg. Meg Rowland. —La escritora. Empecé a leer su libro anoche —respondió Joey—. Me interesa mucho conocer detalles sobre el tiempo que Barrie pasó en Stanway House. |