Amrita de Banana Yoshimoto
A fuerza de estar encerrados entre cuatro paredes, se corre el peligro de asimilarse a la casa, de transformarse en una especie de objeto de adorno. A menudo se ve por ahí a personas que parecen vivir siempre dentro de casa. Personas con la mirada vacía, con reacciones torpes que nunca miran a los demás a los ojos, incapaces de relajarse.
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