Azar Nafisi
Debido a la abrumadora oposición de las mujeres a las leyes, el gobierno primero impuso la nueva norma en los lugares de trabajo y después en las tiendas, donde se prohibió hacer transacciones con mujeres que no tuvieran velo. La desobediencia era castigada con sanciones económicas, con setenta y seis latigazos y penas de cárcel.
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