Apóstoles y asesinos de Antonio Soler
El concejal, sin acudir a términos obvios, viene a recordarle (a Martínez Anido) que es el perro cancerbero de los señores y que no debe intentar poner orden en la casa, ni siquiera entrar en ella, sino que su única función consiste en cuidar la puerta y ahuyentar, del modo que sea, a la gente molesta.
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