Almas de cristal de Antonio Rodríguez Guerrero
"Comenzó en la prostitución como un objeto de deseo exclusivo que Moncho ofrecía únicamente a clientes que ocupaban altos cargos en el mundo de la política. Hombres influyentes que durante el día daban discursos sobre igualdad, educación o libertad y por la noche dejaban salir su lado más oscuro y salvaje con aquella niña de tan solo dieciocho años."
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