Frontera: Historia de Frontera de Antonio Matiola
Don Roda, qué gran tipo, qué gran caballero, el otro gran hombre, pensó Aldo. Fuerte, audaz, pendenciero y bonachón. Lo mismo te estaba dando un par de tortas que invitándote a chatos de vino. Aprendió de él a tirar de espada, a encaramarse a putas y cortejar cortesanas. Con él supo lo que era tratar bien a una montura, ya fuera caballo, camello o mujer [...] y cómo comportarse con hombres, reventando enemigos en combate y emborrachándose con amigos en las tabernas.
|