Confesiones de un opiófilo: Diario póstumo de Antonio Escohotado
Vence tu debilidad consentida, vence tu vulgaridad espiritual, y empezarás a no ser un lacayo de lo inmediato.
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Confesiones de un opiófilo: Diario póstumo de Antonio Escohotado
Vence tu debilidad consentida, vence tu vulgaridad espiritual, y empezarás a no ser un lacayo de lo inmediato.
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