Confesiones de un opiófilo: Diario póstumo de Antonio Escohotado
La belleza no es un canon, sino la alegría que sale de los ojos, una seguridad instintiva necesariamente merecida.
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Confesiones de un opiófilo: Diario póstumo de Antonio Escohotado
La belleza no es un canon, sino la alegría que sale de los ojos, una seguridad instintiva necesariamente merecida.
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