Lo primero, os comentaré de que empecé a leer este libro convencida de que la protagonista era detective privado y había cosas que no me cuadraban, hasta que en un momento dado me entero que es una mujer perteneciente al cuerpo de detectives de la policía londinense, digamos una policía de paisano que en realidad actúa de incógnito y solo da a conocer su profesión en última instancia, aunque es un poco como una cazarecompensas, no sé, no me ha quedado claro del todo. A veces le encargan que investigue un asunto y otras, se topa con un crimen por casualidad, lo investiga y luego presenta su informe a sus jefes para llevar al culpable ante la justicia.
El libro está formado por siete relatos que fueron escritos en algún momento de principios de 1860, se cree que cuando se publicaron en un solo volumen, algunos ya habían aparecido sueltos en revistas literarias. Hay historias más satisfactorias que otras, incluso las hay sin resolución y no todas están investigadas por la protagonista, algunos relatos que nos cuenta, son casos que llegaron hasta ella a través de otros policías o un médico, por ejemplo.
El lenguaje utilizado es propio del siglo XIX y no es ligero, aunque nada que un lector avezado no pueda sobrellevar con algo de paciencia.
En Inquilino vitalicio tenemos una historia de un bebé en venta que da para mucho, compleja y entretenida, es la que más me ha gustado.
Georgy relata uno de los casos de nuestra detective en el que el protagonista es el joven hijo de su vecina. También me ha gustado, sobre todo por el final.
El misterio desenmarañado versa sobre un cuerpo desmembrado y sin cabeza que aparece en una maleta en un puente del Támesis.
Examen de conciencia es la historia de dos hermanos muy pobres, un relato con aires dickensianos que también me ha gustado mucho.
En Un niño es hallado muerto: ¿fue o no asesinato? encontramos una de las historias que ella no investiga, se la contó un médico al que deja en el anonimato mencionándolo por Y.
El arma desconocida hay un asesinato por apuñalamiento con un arma que parece que nadie es capaz de identificar. Aquí nuestra detective se pone más científica. Es el relato más extenso. Tal vez el mejor relato aunque no es mi preferido.
Y por último, en El misterio versa sobre una joven enamorada a la que su padre quiere casar a la fuerza con otro hombre, la chica se escapa de casa, el misterio es saber cómo logró la joven salir de la habitación donde la tenía encerrada su padre .
En cuanto a la protagonista, Miss Gladden o «G», nos cuenta en la introducción un poco sobre ella misma, realmente poco, no sabremos si es casada, soltera o viuda, ni su edad siquiera, ella misma nos dice que da igual, ni siquiera sus allegados saben cual es su verdadera profesión, así es que el lector tampoco necesita enterarse de detalles irrelevantes. Lo que sí descubriremos es su estilo trabajando, intuitiva y perspicaz, busca pistas, le gusta observar detenidamente la escena del crimen, interroga a testigos y sospechosos y no duda de utilizar la mentira o el disfraz para introducirse en el círculo íntimo de los protagonistas de la historia. Me ha resultado un personaje interesante aunque que sea mujer, creo que no supone mucha diferencia más allá de que su apariencia femenina le abre con más facilidad las puertas a la hora de hablar con la gente.
CONCLUSIÓN
No puedo decir que considere imprescindible "La primera detective" de Andrew Forrester más allá de la curiosidad que suscita leer los antecedentes de la novela policíaca que vino después. Me he entretenido y la edición de Siruela es impecable, con eso me doy por satisfecha. Vosotros decidís.
Andrew Forrester es el seudónimo del escritor, novelista y dramaturgo británico James Redding Ware.
+ Leer más