Lagrimacer o el acto de derramarse de Andrea Valbuena
Desde el dintel de una ventana estrecha Hacíamos el amor en un cuarto tan pequeño que ser uno nunca fue tan cierto. Cuando me fui, las paredes aún jadeaban tu nombre. Hoy hay demasiado mundo, demasiada gente, demasiada ciudad y al parecer solo una calle por la que tú vas a pasar y yo no voy a verte. |