Los eufemismos de Ana Negri
Desde entonces no sólo lee, también escribe. Toda su vida ha escrito en cuadernos que a veces olvida en el fondo de sus cajones y otras veces regala. Esto último, más a modo de desprendimiento que de entrega. No quiere saber más y regala —generalmente a alguno de sus novios— el cuaderno específico de un tiempo o de un viaje. A últimas fechas, a falta de un receptor, ha optado por perder sus libretas.
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