Las herederas de la Singer de Ana Lena Rivera
Cuando vio la sangre en el retrete se asustó. Pensó que se estaba muriendo, aunque Florita le había dicho que las mujeres sangraban por ahí, pero no la creyó. Decía que era un castigo de Dios a las mujeres por haber corrompido a Adán en el paraíso y, aunque Águeda no entendía qué tenía que ver ella con Adán, asumió que todos teníamos que pagar por los pecados de los demás, aunque los demás llevaran miles de años muertos.
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