Las mocedades de Rodrigo de Almijara Barbero Carvajal
—Muchacho, qué pensarías tú del feroz, raudo y bravío Cid Campeador si apareciese en la corte con tres vejestorios y una apuesta y encantadora mujer en la flor de la vida como séquito —espetó Geperudeta.
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