La Bestia de Alex Flinn
—Antes, sólo conocía lo que era ser su hija, vivir día a día y esperar que esto terminara. Pero ahora sabía lo que era tener a alguien que me hablara, que se preocupara por mí… que estuviera conmigo… y… —¿Te amará? —Las palabras fueron un jadeo, y por el rabillo del ojo, pude ver mi reloj avanzando. 11:59. Lo había puesto en hora esa mañana. Se había terminado. Pero estaba con Lindy. Eso era suficiente. |