El reino de este mundo de Alejo Carpentier
Paulina descubrió que el mar se estaba renovando. Ahora se ornaba de racimos de uvas amarillas, que derivaban hacia e este; traía aguijones como hechos de un cristal verde; medusas semejantes a vejigas azules, que arrastraban largos filamentos encarnados; peces dientusos, de mala espina, y calamares que parecían enredarse en velos de novia de difusas vaguedades (…) El mar era verdecido por extrañas fosforesencias. Un leve frescor parecía descender de estrellas que cada singladura acrecía. |