Los árboles mueren de pie de Alejandro Casona
BALBOA: Pero es posible que no haya comprendido aún? :Qué importa ya el nieto de mi sangre? Al que hay que salvar es al otro; al de las cartas hermosas, al de la alegría y la fe... el único verdadero para ella! Ese es el que tiene que llegar. MAURICIO: (Comprendiendo al fin.) Un momento! ¡No pretenderá usted que yo sea su nieto! BALBOA: Y por qué no? Cosas más difíciles ha hecho. No ha sido usted ladrón de niños y fantasma de caserón y falsificador de ruiseñores? |