Alejandra Parejo
"No soporto el llanto que, aunque hueco y lento, se me engancha el tímpano y lo oigo aun cuando no suena. Es solo un eco, un ruido lejano que a veces se acerca y se adhiere a todo. Que sea de noche solo incrementa la incertidumbre, y ha cambiado tanto mi percepción del paso del tiempo que ya no sé si él llora demasiado o algo no funciona dentro de mí y he dejado de ser capaz de gestionar bien la caída de los párpados"
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