Alberto Torres Blandina
La realidad queda reducida a personajes planos, repetitivos, mientras los personajes de ficción se nos muestran llenos de matices y tienen toda nuestra comprensión. ¿Y si empezáramos a pensar en aquellos que nos rodean como personajes: poliédricos, complejos e interesantes? Seríamos más benévolos con todo el mundo y de paso se nos bajarían los humos de creernos los únicos profundos entre seres de cartón piedra.
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