Hussar Rocca de Albert Jean Michel De Rocca
El capitán que comandaba nuestro escuadrón hizo hacer, al paso, una semivuelta a derecha a sus cuatro pelotones, fuertes de ciento veinte húsares. Este movimiento siendo acabado, él rectificó la alineación de su tropa tan tranquilamente como si no estuviéramos en presencia de los enemigos. Los jinetes españoles se sorprendieron viendo tal sangre fría, y enlentecieron involuntariamente su paso. El comandante del escuadrón aprovechó este momento de duda, e hizo sonar pronto la carga. Nuestros húsares que habían conservado en medio de las amenazas y de injurias múltiples de los enemigos un silencio cerrado y contenido, cubrieron encendiéndose por un solo grito los sonidos agudos de la trompeta.
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