Cambiar de idea de Aixa de la Cruz
Que los cambios de humor existen y que los chistes misóginos se equivocan: no estamos con la regla; estamos hartas de tanto imbécil, pero si nuestras hormonas tuvieran que ver con nuestro enfado, tampoco sería por la menstruación sino por el síndrome que la precede y es fruto de la interacción entre la progesterona y el cortisol, fruto de los encargos que tenemos que aceptar para que compense la cuota de autónomos, de no saber con quién dejamos a nuestros hijos mientras cuidamos de nuestros enfermos, de adelantarnos a los deseos de los demás, de sonreír sin tregua, de que no haya tregua. Me sonroja este movimiento del yo a nosotras con el que me apropio de las cargas de mi madre, pero es el comienzo de algo nuevo. He derrumbado el muro cartesiano, la barra oblicua del binario cuerpo y mente. Acepto mi piel, y acepto su lucha.
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