Nocilla Lab de Agustín Fernández Mallo
Creo que esto es así: el motivo por el que a los humanos nos atrae sentarnos cada día en torno a una mesa y comer es porque la materia prima, cuando la compramos en el mercado, la recibimos muerta. Cocinarla, servirla y paladearla equivale a resucitarla en el plato. Hay ahí una conciencia de tiempo marcada por una muerte y una resurrección.
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